19.7.12

Caracteres robados.

Hace unas horas, un joven barbón escribió en Twitter:

"Claro ejemplo de no depender de nadie, no quejarse de nada y hacer las cosas por iniciativa propia. Gracias Papá."

Luego, ilustra sus palabras con la siguiente fotografía:



Decidí robarme esos caracteres para darle intención a la presente entrada. El muchacho barbón y yo somos hermanos, por lo tanto es un placer coincidir con esta admiración hacia nuestro Padre, o como le llamamos en la red: Gran Robledo.

El verbo que lo definiría: acción, también deberíamos sumarle algo de impulso.

Si me dedicara a escribir su biografía, lograría una historia muy interesante, él es el mejor ejemplo para burlarse del tiempo, la distancia y los problemas; tal vez, su fe y ligereza en los temas importantes de la vida sea la clave para salir avante cada rato.

Desde muy pequeño ha sido totalmente independiente y no por opción propia sino por las jugarretas de la vida, a veces pienso que es un fugitivo misterioso, llegó a un lugar donde nadie lo conocía, hizo una vida genial, supongo él soñó así alguna vez y después de 30 años, algo lo hizo regresar a sus pagos, regalándonos unos encuentros e historias impensables, me atrevería a pensar que lo había planeado justo como se dio. ¡Qué ganas de ser él!.

Él es él y el mundo; todo su misterio se esconde en sus ojos, en cada uno de sus rulos, en sus manos, ¡sí!, sus manos son muy peculiares, en ellas recae toda su fortaleza, y de esto se desprende la mejor herencia que como hijos (me atrevo hablar por mis 5 hermanos), hemos recibido en vida; la fusión del cariño maternal y paternal es lo que hace que el mundo tenga sentido, ellos, son polos opuestos y juntos hacen magia, cantarían por ahí: "Tienen gustos distintos pero se quieren igual". Sí. 

A veces, la cotidianidad parece que gana, pero, de pronto, enseguida pasa algún detalle totalmente agradable, como la placa de la fotografía, que nos da el siguiente testimonio: si queremos una vida dinámica, cada quien es responsable de darle sobresaltos a los días, genera sorpresas. ¿Desventaja?, los extremos opuestos también cuentan.

Ya me extendí demasiado, las letras acumuladas nunca podrán describir todo lo que siento por él, por ella y por ellos, son lo mejor de mi corazón. Hoy, me quería declarar fan de esas acciones que hacen la diferencia.

Declárome fan de ti, Gran Robledo.

¡Nadie nos va a parar!.

3 comentarios:

  1. Me quedo con esto "¡Qué ganas de ser él" me quebraste, la mejor entrada.

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  2. Como tu lo dices, siempre tiene una genialidad bajo la manga. Declárome fan yo también y hoy gracias a él aprendí una gran lección. Mario

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  3. Ya lo lei tres veces y las tres me hizo sentir. Eres grosa tepos.

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